Hay vajillas que realmente se usan hasta agotarse, esta vajilla la teniamos en la casa completa, poco a poco se fue rompiendo, hasta que al final solo quedo esta cremera, y eso solo porque quedo olvidad en el rincon de una alacena, esta vajilla era muy bonita, porcelana blanca, con adornos en negro y oro, sobre ellos flores rosas, comer en ella era muy bonito, porque hacia de una comida normal, una comida elegante, era una forma de disfrutar un poquito mas de la vida.
Esta vajilla fue de las primeras en llegar a Mexico, creo que alla por los ochentas, a pesar de ser muy bonitas, no era de un blanco puro, era ligeramente obscuro y tenia algunas impurezas, aunque casi todas en lugares donde no se veia mucho, a excepcion de una taza, que recuerdo tenia una mancha cafe en una de sus orillas. La marca se puede ver abajo.
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